miércoles, 8 de octubre de 2008

Escozul Tratamiento alternativo contra el cancer


Se comercializa en algunos sitios de Sudamérica con el nombre de Escozul.


Un resumen con vocación de explicación técnica es el siguiente:



El Escozul


es la denominación dada a un producto natural elaborado a partir de una solución acuosa del extracto de la toxina del Rhopalurus Junceus (Escorpión Azul); con marca registrada otorgada por el CITMA, con el título de “Composición Antitumoral”.


El escorpión azul es un artrópodo que sólo se ha encontrado en las islas del Caribe.


En Cuba hay 32 especies de escorpiones, 29 de ellas endémicas, de las 1.600 conocidas en el mundo. El veneno diluido del escorpión azul es usado en Cuba como anticancerígeno hace más de 10 años y produce sólo tres gotas de veneno en cada picadura, inhibiendo la proteasa, una enzima que rodea como una membrana todo tipo de cáncer.


Se conoce que la proteasa funciona como una especie de hábitat en que el tumor se reproduce y se expande célula por célula. Al impedir la formación de esta membrana, el tumor frena su expansión y empieza a secarse.


No obstante, no ataca a la célula maligna directamente, sino que actúa evitando su desarrollo inhibiendo la membrana celular y evitando el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos.


Hay tres formas fundamentales de actuar:


1. Estimulando el sistema inmunológico del paciente, o sea, se ha visto tanto en animales de experimentación como en los pacientes que lo han usado que hay un incremento de los glóbulos blancos de la sangre, o sea las células encargadas de la defensa de la inmunidad de la persona.


En todos los procesos cancerosos la inmunidad juega un papel importante e incluso se plantea que hay algunos tipos de cáncer donde el papel inmunológico es determinante.


2. Una segunda forma en que el Escoazul actúa, según han visto en los estudios anatomo-patológicos que se le han hecho tanto a los animales de experimentación como en la necropsias es que parece que entre los componentes del veneno de este alacrán existe un factor que inhibe el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos (angiogenesis). Al inhibir el desarrollo de éstos se frena el crecimiento de los tumores.


3. En tercer lugar se conoce y se estudia que hay componentes que actúan sobre la membrana celular y al actuar sobre ella inhiben su función, fundamentalmente los canales de sodio y de potasio.En otras palabras, deviene un efectivo inmunomodulador (eleva los anticuerpos), antiinflamatorio, altamente analgésico anestésico, inhibidor de la angiogénesis y actúa en los canales electroquímicos a nivel de la membrana celular, lo cual reduce o desaparece muchos tumores. En otros casos facilita el encapsulamiento y cesa la actividad tumoral, en correspondencia con su clasificación, estadio y edad del paciente.



Las células gliales desempeñan papeles de gran importancia en el funcionamiento del cerebro.


Las células de la glía se encuadran en varios tipos, entre los que se cuentan astrocitos, oligodendrocitos y células microgliales.


Los astrocitos, que corresponden a células estrelladas que forman una red distribuida entre vasos sanguíneos y neuronas, y que desarrollan fundamentalmente funciones tróficas suministran glucosa a las neuronas junto a una gran cantidad de factores de crecimiento que son responsables de su supervivencia.


Además, tienen asignadas otras misiones de suma importancia como es la de retirar el exceso de determinados neurotransmisores, como los aminoácidos excitatorios, que de permanecer en el espacio extracelular tendrían un efecto tóxico sobre las neuronas.


En los animales viejos los astrocitos sufren un proceso de hipertrofia e hiperplasia que ha sido descrito en ratas de la variedad Sprague Dawle yestudios inmunocitoquímicos y bioquímicos, efectuados en el laboratorio mediante marcaje y detección cuantitativa de la proteína fibrilar ácida de glía (GFAP), han confirmado este extremo en ratas de la variedad Wistar
Así pues, es plausible que la reactividad astroglial detectada en el envejecimiento pudiera ser, al menos en parte, responsable de la capacidad regenerativa de las neuronas.


Las células microgliales, que desarrollan funciones inmunes en el cerebro también pueden sufrir un proceso de activación tras lesión o enfermedad Aunque esta activación está orientada inicialmente a contrarrestar el daño tisular, las células de microglía activa pueden excederse en sus funcionesy acabar induciendo un proceso patológico.


Así, las microglías activadas no sólo cambian su morfología, sino que, además, comienzan a secretar factores de crecimiento y citocinas; aunque estas sustancias están programadas inicialmente para restaurar la homeostasis del tejido y desencadenar la respuesta inmune más adecuada, pueden llegar a activar cascadas metabólicas de muerte celular mediante distintos mecanismos, entre los que se encuentra la producción de radicales libres.



Efectivamente, tras una breve búsqueda en la bibliografía científica, parece ser que dicha sustancia ha sido estudiada en trabajos rigurosos, con cierta evidencia de sus propiedades antitumorales.


Especial atención se ha prestado a su potencial beneficio para pacientes con gliomas cerebrales. Perfiles y bibliografía
El doctor Adam N. Mamelak, es neurocirujano el el Instituto de neurocirugía Maxine Dunitz y co-director del centro del Pituitary Center en el Cedars-Sinai Medical Center. Su principal interés se centra en problemas en cirugía, epilepsia y tumores cerebrales.


Sus investigaciones recientes incluyen inmunoterapia a base de células T modificadas genéticamente, ensayos clínicos para el empleo del veneno de escorpión en tumores cerebrales y otras técnicas para el tratamiento de pacientes con parálisis cerebrales.



Formado en Física en Massachusetts y en Medicina en Harvard, ha trabajado como residente en la Universidad de California en San Francisco (cirugía general, neurocirugía, neurooncología, epilepsia), en el California Institute of Technology (neurociencias y biología), trabajando actualmente en el Cedars-Sinai Medical Center en Los Angeles. Sus trabajos han sido publicados en revistas de primer nivel como Science, Nature Medicine, Nature Neuroscience, Neuroscience, Cancer, Oncology.



Cabe destacar aquí uno de sus trabajos correspondientes a ensayos clínicos en fases I y II utilizando el veneno de escorpión para pacientes con glioma recurrente.


En su página web http://www.cedars-sinai.edu/9017.html puede encontrarse más trabajos, así como una dirección de correo electrónico mdnsi@cshs.org donde puede solicitarse información.
Alvarez VL, Mamelak AN, Raubitschek A, Rosenfeld S, Nabors B, Fiveash JB, Khazaeli MB, Shen S, Bucholz R, Hablitz D, and Gonda MA: A phase I/II clinical trial for adult recurrent glioma using 131-I-TM-601, an iodinated peptide derived from scorpion venom which targets a receptor found on tumor cells. Advances in the Application of Monoclonal Antibodies in Clinical Oncology, 2003.



Por último, si en la página del PubMed (base de datos de bibliografía biomédica) se realiza, por ejemplo, una búsqueda con palabras clave “scorpion venom tumour”, resultan 148 resultados correspondientes a estudios realizados sobre la influencia y receptividad de las células de glioma respecto al veneno de escorpión. Cabe destacar el estudio:


Wang WX, Ji YH. Scorpion venom induces glioma cell apoptosis in vivo and inhibits glioma tumor growth in vitro.J Neurooncol. 2005 May;73(1):1-7.
que traducido sería algo así como El veneno de escorpión induce la muerte celular de las células de glioma in-vivo e inhibe el crecimiento del tumor de glioma in-vitro.

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