jueves, 9 de octubre de 2008

Arbol del neem tratamiento alternativo para el cancer y otras enfermedades

Arbol del NEEM

Historia
Poco después de que Julio César estableciera el imperio Romano, Plinio el Viejo emitió una queja porque el volumen creciente de la importación de medicinas de la India causaba un grave descenso en la reserva de divisas en la tesorería del Estado Romano.

Por aquellos días, expertos en medicina y practicantes en el Subcontinente indio, habían estudiado y documentado miles de productos botánicos que se estaban utilizando desde hacía más de 2.500 años.

Era la primera avanzadilla de los comerciantes llegados a la India, con la intención de comerciar con otros productos (oro, seda, especias), pero enseguida vieron las posibilidades que ofrecían los medicamentos como negocio comercial, empezando así un comercio hacia Persia, Mesopotamia, Egipto, Grecia y Roma.

Los primeros escritos que nos indicaban que el Neem se usaba como medicamento databan de más de 4.500 años de antigüedad aproximadamente.

En los Altos del Harappa, una de las grandes civilizaciones del mundo antiguo, ya cultivaban Neem, como demostraron los hallazgos encontrados en las excavaciones realizadas en diversos puntos del Harappa y Mohenjo-Daro en la India Norte Occidental, donde entre otros preparados se encontraban entre las ruinas, los compuestos con Neem.

Los médicos Védicos, en lugar de estudiar en laboratorios, lo hacían directamente en las clínicas con los pacientes.

Diversos practicantes probaron diferentes tipos de drogas en diversos pacientes y obtuvieron resultados muy eficaces, todos ellos muy documentados.

Por supuesto que estas pruebas las realizaron docenas de científicos durante cientos de años, lo que dio lugar a una documentación y una información muy completa.

Se permitían el lujo de no tener tras de sí compañías farmacéuticas apremiando para poner nuevos productos en el mercado.

Entre los documentos más antiguos encontrados que se han traducido, se encuentran el Caraka-Samhita (de aprox. 500 a.C.), y Susruta Samhita (300 d.C.).

Estos libros representan la fundación del sistema hindú de curación natural, Ayurvédica. En estos escritos el Neem se menciona en casi 100 páginas, tratando una gama amplia de enfermedades y síntomas, la mayor parte de las que sufre la humanidad.

El Neem fue venerado durante larguísimo tiempo por sus muchísimas propiedades para cuidar la salud, en un programa que abarca desde la cuna a la tumba, forma parte de casi todos los aspectos de la vida en muchas partes del Subcontinente indio, desde tiempos ancestrales hasta nuestros días.

El Sarira Sthanam recomendó poner a los recién nacidos unciones de aceite de Neem también abanicar con una ramita de Neem, con mucha sabia.

Mientras crecían recomendó masajear las encías con pequeñas dosis de aceite de Neem, y estos llegaban a edades adultas sin ningún problema en la cavidad bucal.

En las ceremonias nupciales perfumaban el ambiente con esencias de Neem alfombrando el suelo también con ramitas de este árbol, asimismo se abanicaban con ramas del árbol Neem.

También el Neem se utilizaba para conservar las semillas libres de insectos, para muebles para hacer las cubiertas o tejados, en los funerales también se utilizaban esencias, ramitas y hojas, tal y como se dijo anteriormente formaba parte de toda relación social y humana.

Posiblemente las personas de la India no eran conscientes del impacto que ejercía el Neem en sus vidas. Sólo se hicieron conscientes de lo que el Neem suponía para ellos, cuando, llegados de Europa y EE.UU. les hicieron tomar conciencia de este hecho.

La literatura ayurvédica está repleta de referencias a la eficacia del neem en el tratamiento de incontables dolencias.

El "Report of indigenous drugs" de Madras y la Materia Médica Ayurvédica y Unani atribuye al neem propiedades para curar, entre otras patologías, la lepra, la malaria, diabetes, úlcera, hiperglucemia, eczemas y otras enfermedades de la piel.

En el "Yoga de hierbas", Vasant y David Frawley afirman, "el neem es uno de los purificadores de la sangre y de los desintoxicadores de mayor alcance en medicina ayurvédica.

Reduce la fiebre y elimina las toxinas implicadas en la mayoría de las enfermedades inflamatorias de la piel".

Más adelante, describen las propiedades del neem como antipirético, antiparásitos, antiséptico, y tónico amargo (regula el organismo).

Por su parte, Michael Tierra, en su obra herbaria agrega las características de astringente y antiinflamatorio a la descripción anterior.

Y señala: "el extracto de las hojas y de la corteza tiene poder bactericida de gran alcance y actividad antiviral.

También se toma internamente para eliminar parásitos intestinales".

En un artículo del Corriere / Scienza se afirma que "es casi un misterio las dotes potenciales bactericidas y antivirales de algunos extractos de hojas y de la semilla del neem; desde hace poco se ha comenzado a indagar también sobre la peculiaridad de componentes derivados de sus frutos:

algunas de las características específicas antiinflamatorias similares a la aspirina y a otras capaces de proteger contra la úlcera y los eczemas, se perfila una evidencia directa:

que el aceite del neem, obtenido de la extracción mediante prensado de la semilla, es un fuerte espermicida natural. En particular el extracto de neem tiene un increíble poder bactericida y fungicida".

El árbol del neem es para los chamanes de los países de Sudeste Asiático "la farmacia ambulante de la aldea".

La Academia Nacional de la Ciencia Americana considera el árbol del neem una planta de extraordinario interés que es preciso conservar y potenciar.

El motivo de este entusiasmo es el descubrimiento del neem como sustancia de uso farmacológico y alimentario.

Desde este punto de vista farmacológico, la Scenza Americana ensalza las enormes virtudes terapéuticas del neem, el extracto de la semilla contiene, entre otras sustancias activas, un alcaloide muy amargo llamado "margosina".

Para uso interno, el extracto de neem está indicado contra la úlcera gastroduodenal, hiperglucemia, parásitos intestinales, flemones y puede resultar de gran ayuda para disolver las tumoraciones.

Para uso externo, el extracto de neem se aplica sobre el cuerpo para todas las infecciones pruriginosas, hongos, eczemas, psoriasis, urticaria, etc.

Algunos científicos creen que de este conocidísimo árbol se pueden hacer muchas más aplicaciones.

De las semillas, hojas, corteza y madera, se hacen infusiones, o se extraen aceites esenciales que contienen compuestos que resultan ser muy eficaces como antisépticos, antiviríricos, antiinflamatorios, antipiréticos y fungicidas.

Los estudios preliminares sobre el aceite de neem y los resultados que se están obteniendo son muy a tener en cuenta, por ser muy esperanzadores.

continua........

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